Chile
En Chile, he vivido en Santiago, una ciudad increíble, llena de edificios y carreteras, una urbe en todo el sentido de la palabra, pero no cualquier ciudad, Santiago está rodeada majestuosamente por la cordillera de Los Andes, grande, imponente, maravillosa, llena de luz.
Mis pinturas han reflejado mucho de mi entorno en Chile estaban llenas de edificios y casas y muchas montañas. Mientras que cuando me mude a México estás se llenaron de naturaleza: de diferentes flores y diferentes cielos.
El color siempre estuvo presente como una manera de expresar mi ser y mi alegría de vivir, al igual que los corazones, en esa época en pequeños detalles, sin tanto protagonismo, pero siempre presentes.
México
Poco a poco la naturaleza se empezó a apoderar de mis pinturas, flores, árboles, plantas y los pajaritos y corazones viven y revolotean libremente en ellas.
Renazco y florezco después de un periodo de varios años dedicados a la adaptación y a la crianza, fundamental también en la vida, darse espacios y poder detenerse para crecer.
Me decidí a hablar del amor porque nunca sobra y porque hace falta amor y entrega en este mundo.
Le tenemos tanto miedo al amor, a entregarnos por completo, a entregarnos para siempre que nos perdemos en los miedos y no arriesgamos la vida por amor.
Cuando lo más hermoso de la vida, para mí, es tener esa capacidad de amar y poder donarse por completo a otros.
Ahí está la verdadera plenitud , la verdadera felicidad.
Así que a amar se ha dicho!
A liberar y ponerle alas a nuestros corazones para que vuelen alto y se esparzan en nuestra vida.
